lunes, 17 de diciembre de 2007


Bueno, después de un tiempo de silencio, toca...Felicitar la Navidad!!! Y qué mejor que un cuento para ello. Espero que os guste.


CUENTO DE NAVIDAD Ray Bradbury


El día siguiente sería Navidad y, mientras los tres se dirigían a la estación de naves espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño realizaría por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más agradable posible. Cuando en la aduana les obligaron a dejar el regalo porque pasaba unos pocos kilos del peso máximo permitido y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta. El niño esperaba a sus padres en la terminal. Cuando estos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios.
-- ¿Qué haremos?
-- Nada, ¿qué podemos hacer?
-- ¡Al niño le hacía tanta ilusión el árbol!
La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre fueron los últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.
-- Ya se me ocurrirá algo --dijo el padre.
-- ¿Qué...? --preguntó el niño.
El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer "día". Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes neyorquinos, el niño despertó y dijo:
-- Quiero mirar por el ojo de buey.
-- Todavía no --dijo el padre--. Más tarde.
-- Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.
-- Espera un poco --dijo el padre.
El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en la fiesta de Navidad, en los regalos y en el árbol con sus velas blancas que había tenido que dejar en la aduana. Al fin creyó haber encontrado una idea que, si daba resultado, haría que el viaje fuera feliz y maravilloso.
-- Hijo mío --dijo--, dentro de medía hora será Navidad.
La madre lo miró consternada; había esperado que de algún modo el niño lo olvidaría. El rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.
-- Sí, ya lo sé. ¿Tendré un regalo? ¿Tendré un árbol? Me lo prometisteis.
-- Sí, sí. todo eso y mucho más --dijo el padre.
-- Pero... --empezó a decir la madre.
-- Sí --dijo el padre--. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento. Vuelvo pronto.
Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía.
-- Ya es casi la hora.
-- ¿Puedo tener un reloj? --preguntó el niño.
Le dieron el reloj, y el niño lo sostuvo entre los dedos: un resto del tiempo arrastrado por el fuego, el silencio y el momento insensible.
-- ¡Navidad! ¡Ya es Navidad! ¿Dónde está mi regalo?
-- Ven, vamos a verlo --dijo el padre, y tomó al niño de la mano.
Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los seguía.
-- No entiendo.
-- Ya lo entenderás --dijo el padre--. Hemos llegado.
Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llamó tres veces y luego dos, empleando un código. La puerta se abrió, llegó luz desde la cabina, y se oyó un murmullo de voces.
-- Entra, hijo.
-- Está oscuro.
-- No tengas miedo, te llevaré de la mano. Entra, mamá.
Entraron en el cuarto y la puerta se cerró; el cuarto realmente estaba muy oscuro. Ante ellos se abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio de alto por dos de ancho, por la cual podían ver el espacio. el niño se quedó sin aliento, maravillado. Detrás, el padre y la madre contemplaron el espectáculo, y entonces, en la oscuridad del cuarto, varias personas se pusieron a cantar.
-- Feliz Navidad, hijo --dijo el padre.
Resonaron los viejos y familiares villancicos; el niño avanzó lentamente y aplastó la nariz contra el frío vidrio del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato, simplemente mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

coger el tiempo


Tal vez si pudiera coger el tiempo,
en tan solo un instante
en tan solo un momento,
y congelarlo en tu mirada,
cuando tus ojos
vieron por primera vez mis manos.

Y quedarme ahí parada,
y aprenderme, todos tus recovecos
todas tus entradas
todos tus secretos…

Pero ya ves estoy aquí sentada
robándole tiempo al recuerdo,
esperando sin esperar nada,
dándole plazo al sentimiento.

Sabiendo que ya ha muerto todo
que sólo queda el lamento
y que todas tus miradas
sólo habitan en mi pensamiento.

domingo, 28 de octubre de 2007

RELACIONES ADULTERADAS?


Relaciones adulteradas

¿Qué ocurre cuando introduces tu dirección en una página de contactos?

¿Desde el momento en el que aparece tu nick hasta que comienzas “a intimar” con cualquiera de los depredadores que circulan por estos lares?

Aparte de la primera y cierta desconfianza que puedan generar en principio, es muy posible, que surgiendo cierta química entre los sujetos se empiece a forjar una imagen equivocada, anhelada e idealizada de la persona con la que se habla. Eso si buscas amor, o algún tipo de relación, por así llamarlo. Ahora si lo que se busca es sexo fácil y rápido, sin complicaciones, también puedes encontrarlo a través de estos enlaces…. Pero creo que el precio que se paga por tan rápida búsqueda es que desde el principio suela estar adulterada la relación. Condicionada a tus propios pensamientos, los que has forjado en torno a la otra persona sin conocerla, las virtudes, casi siempre, o los defectos que les has concedido, para luego darte de bruces con la cruda realidad… que no era esa la persona soñada.. o al menos pensada……..

(También puede que encuentres el amor de tu vida, que también ocurre, o alguien con quien que pasar un buen rato. Pero yo opto casi siempre que saldrá a la luz esa “adulterada imagen…").

martes, 16 de octubre de 2007

TODA UNA VIDA


Ayer fui a casa de una vecina. Había fallecido hacía poco, una mujer ya mayor que vivía en alquiler. El caso es que la dueña del piso nos ofrecío entrar y echar un vistazo al mismo por si nos interesaba algo.

La primera sensación que tuve al pasar fue de antiguo y de viejo, Que viejo era todo..pero claro, allí vivía una mujer mayor. Lo que yo quería era un colchón, pero me daba cosa llevarme el de “la muerta”, que finalmente no murió allí sino en el hospital como me explicaba la propietaria.

Y al día siguiente tengo la sensación de, aparte de haber invadido parte de su intimidad, pensar qué queda cuando nos marchamos, cuando nos vamos de aquí…Todo estaba prácticamente como lo dejó, la cama, los muebles, sus pequeños adornos y cosas que le habían ido acompañando durante los años que vivió ahí. Y allí estábamos urgando nosotras, buscando las cosas prácticas que nos servirían.

El piso será de nuevo alquilado para uso de una agencia de viajes que lo utilizará para oficinas. Lo reformarán todo, tirarán los muebles, y no quedará ni rastro de que vivió una mujer durante algunos años y que allí pasó malos y buenos momentos, sus momentos.

Solamente en la memoria de algunas personas que la conocieron y otras que no la conocimos, pero que pudimos observar durante unos momentos algunos detalles, algunos retales, de su pequeña historia…

martes, 9 de octubre de 2007

y se hizo la luz...

Volando voy, volando vengo, que bonita cancion y que gusto tengo (esto es horrible, tengo teclado ingles y no puedo poner acentos ni e;e, de espa;a..., dios). Aparte de este peque;o incidente del que me acabo de dar cuenta, quisiera dar la bienvenida a este mundo, a este peque;ito blog que ha visto hoy la luz. En el, quisiera que como en la cancion, entretenerme por el camino y disfrutar de las aventuras, desventuras, impresiones y pensamientos que en el relate... Bienvenidos a todos los que se quieran acercar, comienza VOLANDOVOY.