Pavía (Italia) 28 de Mayo 2010
Querida Susana,
La última vez que visité Pedro Muñoz, hice una visita al puente romano por donde en la antigüedad pasaron miles de carros, transportando lana, miel y cántaros de vino, allá por la ermita de San Miguel, como tú bién sabes. El agua del río Záncara fluía tranquila, donde a pocos centímetros sobre ella, una libélula quieta movía sus alas imperceptibles sobre el espejo del agua; donde se plasmaban las nubes fugaces que me anunciaban quién sabe qué. Puede ser que fuera el primer movimento de la 3°sinfonía de Gorecky “sorrowful songs”…o tal vez, simplemente, quiero que lo sea.
Cuando frecuenté un curso de teatro que duró dos años, me escribí con frecuencia con los compañeros y ésta fue una de las veces en la que repondí así a una poesía de mi amiga Patrizia
Lamonaca.
“Un’ape si posa su di un bottone di rosa…poi se ne và…
In fondo, l’amore è una piccola cosa”.
Patrizia.LM
Una abeja se posa sobre un botón de rosa… después se vá…
En el fondo, el amor es una cosita pequeña.
Mi respuesta:
Había una vez… una abeja
Había acabado por respirar bajo el agua de la fuente del binario 7 -el nuevo teatro de Monza.
Las burbujas encerradas, no emergían, no hacían flopp: se habían cristalizado. Sí, esta era la felicidad, una expresión suya, porque sin el dolor, no podía existir.
La felicidad puede hacerse presente a través del amor, pero los dos son tan pequeños, mariposilla mía.
¡Venga! ¡No te sonrojes! En fondo no es tan trágico.
“El amor… sí el amor…”, cantaba Mina en una canción: album “Lochness”- entre lamentos, risas irónicas, vocalizaciones, exprimía la congoja que provoca este sentimiento, ¡y todo sin palabras!.
¡Muerte, muerte, muerte y al fin y al cabo muerte! ¿qué es lo que seríamos sin el conocimiento de esta?.
Se sabe, no existe amor sin ser conscientes de la nada que nos precede y que nos espera y, …¿quién no lo es? Así, se corre hacia la salida del propio yo (amor-transcendencia) y rompiendo la cinta colorada de la méta podemos decir finalmente que hemos superado la muerte. Pero no te preocupes si hablo de este modo “lóbrego”, porque si el amor es olvidar que todo es un invento de nuestra irrefrenable fantasía, como las palabras que pronunciamos -metáforas que han perdido su fuerza- yo digo que también este discurso es una fantasía del intelecto, porque nos está prohibido conocer estas cosas. A lo mejor a través de la felicidad, o el amor podemos llegar, no digo a ver y tocar, pero al menos a rozar nuestra verdad. Este discurso ha brotado de aquél botón de rosa, porque la bellezza, se sabe, esconde algo infernal, y el amor, por ahora, ha salido volando hacia otra parte. No problem –siempre estará en el aire el pólen del presente para atraer a estos pequeños insectos. Adiós guapa!
Santiago P.L
