Otro invierno de viaje al país de los tulipanes, y la verdad es que me mola sentir ese frío holandés que se te mete en las venas.
Paseando por Amsterdam y por las calles que te llevan y te traen por todos sus canales, puedes perderte cerca del Dam, y entrar a los multiples Coffeshop que te encontrarás, también muy cerca del barrio rojo. Si pasas a alguno de ellos, sabes que puedes comenzar otro viaje…Yo lo he hecho casi todos los días, eso sí, en pequeñas dósis. Pero la White wido que pillamos era bastante buena la verdad, la puñetera. Nos metió en algún que otro compromiso a mis acompañantes y a mí.
Siguiendo con la noche de Amsterdam, recomendar el Anita’s Club. Una casa okupa abierta como bar y regentada por un matrimonio en la que podrás encontrar desde conciertos, alguna representación de teatro y algún colgado que se hace pasar policía, para luego acabar haciendo un streeptease, muy bueno…
Southgarden, otro garito totalmente recomendable, aunque ya no dejan fumar, c’esta la vie, y las nuevas normas que nos “imponen”. Música en directo. Y para terminar la noche después del Southgarden, el Korsakoff, trance a tope para no dejar de botar. Gente muy particular y mucho ritmo en este Music Club from Amsterdam.
Y con esto resumo unas pequeñas pinceladas de mi viaje reciente. También decir que estuve en el Riskmuseum y que ví una calavera muy rara llena de diamantes, las cosas que hace la gente para sacarse pasta…y el caso es que les funciona.
Bueno, enjoy yourself y si pasas por Amsterdam, no te pierdas alguno de los garitos que te he recomendado. Os molarán.
