Tres jóvenes amigos sufren distintas discapacidades que no les apartan
de sus ganas de comerse el mundo y vivir haciendo locuras e intentando
satisfacer sus instintos. Así comienza esta película belga (Geoffrey
Enthoven, 2011)que vi por azar hace poco. En la
carátula aparece una foto de los tres discapacitados, lo que puede hacer que por
algunos prejuicios o sensibilidad hacia el tema te decantes por no cogerla.
Pero si has tenido la suerte de elegirla te mantendrá enganchado a la pantalla
y emocionado (por lo menos a mí), ya que, aparte de encontrarte con una
película madura y divertida (y trágica en algunos momentos) simplemente
descubres de DETRÁS de cualquier persona, hay personas. Personas con
inquietudes, miedos y deseos iguales a las demás. Y que si quitamos etiquetas,
situaciones o circunstancias, encontramos que todos (o casi todos) tenemos los
mismos sueños e ilusiones parecidas que cumplir.
Un regalo descubrirla un sábado que decides no salir.
Enjoy yourself!!
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