- - Muchas gracias Clara – le dijo María mientras tocaba su mano en signo de agradecimiento, y Clara notó cómo la piel alrededor de su ombligo se erizaba, y sin darse cuenta su sonrisa se estaba alargando más de lo esperado.
- - Es mi trabajo, no tienes porque darlas – intentó cortar su más que evidente embelesamiento.
- Me gustaría que asistieras al enlace, por favor! Ya sé que no te gusta hacerlo, pero me encantaría. Además cómo ese día tienes que venir a darme los últimos retoques ¿nos acompañarías?
- No prometo nada, pero cuenta conmigo para ayudarte a que el vestido quede perfecto – dijo cabizbaja pretendiendo ocultar su desilusión.
Y allí estaba en el señalado día. No pudo rechazar la invitación ni reprimir los deseos de verla.
Así que después de terminar su trabajo y ver el cortejo nupcial salir de casa de la novia se dirigió a la iglesia. Entró como una furtiva, no quería que nadie la viese y se colocó en un sitio estratégico para observar sin ser observada.
No hubo nada que recriminar a la ceremonia, estaba siendo preciosa, hasta que llegó el momento clave.
Clara aún guardaba alguna esperanza de que finalmente todo se truncase.
El cura hizo la pregunta:
- - Y tú María ¿Quieres a Carlos como legítimo esposo?
María de forma inesperada giró la cabeza y miró fijamente a Clara. ¿Fue una casualidad o sabía perfectamente dónde estaba ubicada?
Le iba a saltar el corazón, apretó los puños esperando el milagro. Pero María giró de nuevo su cabeza y respondió:
- - Sí, quiero.
Mientras Clara empezó a notar cómo su cuerpo se convertía en un manantial de agua desintegrándose poco a poco, siendo el único nexo que la ató a la realidad quedarse absorta en el agujero negro que asomaba en la pared que tenía enfrente.
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Thank you!!😉
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